domingo, 30 de noviembre de 2014

Prólogo Cap I - En tierras de Draenor (Parte 2)


Abrí los ojos lentamente mientras mi vista se acostumbraba a las sombras que ejercían la frondosa vegetación en lo profundo de aquella desconocida selva. Permanecí tumbado en el suelo de tierra durante el tiempo que tardé en percatarme de lo que había ocurrido. Me incorporé tras varios minutos intentando recomponerme de la fatídica caída que había sufrido, mientras descubría como un sendero de sangre descendía por mi frente debido a uno de los golpes que había recibido. Me puse en pie cuidadosamente analizando el resto de mi ser para observar que parte de mi armadura había quedado destrozada, sin encontrar tampoco rastro de mis armas por los alrededores. Arrojé los guantes al suelo mientras intentaba deshacerme de la pechera de placa abollada que ahondaba presionándome el pecho, y fue entonces cuando mis peores temores se hicieron realidad. Mi mente recibió un golpe mucho más doloroso que cualquiera de los que había padecido durante la caída, un golpe que me paralizó por completo. El talismán que colgaba de mi cuello ya no estaba, había desaparecido. Un gélido escalofrío recorrió mi espalda provocando que entrara en un estado de alteración. Busqué rápidamente a mi alrededor, siguiendo la estela de mi caída, escrutando poco a poco el sendero que había marcado brevemente minutos antes. No había ni rastro del mismo, ni siquiera por la vegetación que se acumulaba alrededor de la pendiente.

Intenté concentrarme y aclarar mis ideas, pero fue entonces cuando sentí un nuevo golpe en el torso. El orco al que me había enfrentado anteriormente apareció de entre la maleza arrojándome un puñetazo en el pecho, y provocando que cayera de espadas al suelo. La sucia bestia se abalanzó sobre mí, sentí entonces el peso de éste incapacitándome, impidiendo que pudiera siquiera defenderme o moverme mientras su descomunales manos se aferraban a mi cuello arrebatándome mis ansias por respirar. Zarandeé las manos enérgicamente para golpear al enemigo, pero ni siquiera lograba llegar a su rostro mientras mis fuerzas se esfumaban poco a poco de mi cuerpo.

-¡Está aquí!- dijo Alice mientras descendía rápidamente por la ladera.

El orco se giró enfurecido cuando varias bolas de fuego impactaron en sus armaduras de placas. La bruja no había logrado acabar con el enemigo tan fácilmente, pero había conseguido enfurecerlo hasta el punto de que dejara de asfixiarme. Me arrastré por el suelo mientras el orco se alzaba imponente ante la humana. Su rugido hizo temblar los cimientos de la zona, provocando que una bandada de pájaros alzara el vuelo espantados por el desgarrador sonido. El orco corrió en dirección a Alice, agitando los puños a la vez que sus zancadas acortaban la distancia hasta la joven. ''Sorpresa'' dijo la bruja en una sonrisa mientras giraba hacia su lado derecho dejando al descubierto al paladín que se hallaba tras ella. Una ráfaga de luz brotó de entre las manos de Marther, cegando y derribando todo lo que se encontraba frente a él. El orco salió despedido por el aire para caer varios metros atrás.

-¿Estás bien Garrett?.-preguntó Alice mientras se acercaba rápidamente hasta donde me encontraba sentado.
Asentí sin poder siquiera articular palabra.
-Cuidado... este orco aún da para más...-gritó el cruzado mientras señalaba al enemigo que se ponía en pie nuevamente.
-Quédate aquí, nos encargaremos nosotros.-susurró Alice segundos antes de girarse hacia Marther- ¡Entretenlo!
-Eso está hecho...

El cruzado frunció el ceño mientras cargaba hacia el desarmado enemigo. El objetivo era bastante grande como para acertar el golpe, pero la agilidad del orco superó las expectativas en comparación al tamaño que poseía. La bestia de piel oscura giró rápidamente golpeando al paladín que chocó contra el tronco de un árbol. Alice corrió hasta el orco sosteniendo su bastón en posición horizontal y se encaramó de un salto a la espalda del enemigo pasando su arma por encima de su cabeza para conseguir ahogarlo con ésta. La bruja tiró del bastón hacia si misma mientras el orco se retorcía intentando quitársela de encima. Mientras forcejeaban me percaté de que la espada del cruzado había ido a parar a una distancia cercana a la que me encontraba. Caminé hasta ella rápidamente sin poder evitar tropezar en numerosas ocasiones, hasta que tras perder nuevamente el equilibrio caí frente a la misma. Cogí la espada entre mis manos mientras observaba como el orco lograba quitarse a Alice de encima haciendo que cayese de bruces contra el suelo.
¡Marther!, grité mientras le lanzaba la espada. La hoja brilló con una intensa luz cuando la empuñadura tocó las manos del cruzado. Tardó tan solo unos pocos segundos en lanzar el arma cargada da luz, que cruzó prestamente la distancia que los separaba. Cuando el filo chocó con la armadura del orco un haz de luz cubrió la zona forzando a la bestia a retroceder. El enemigo se arrodilló furioso y ensangrentado mientras su mirada de desprecio se posaba sobre los allí presentes. Antes siquiera de que recuperara sus fuerzas para cargar sobre alguno de sus enemigos, el orco se retorció en una serie de espasmos que contraía su robusto cuerpo, manteniéndose durante varios segundos hasta que cayó fulminado como si hubiera sido alcanzado por un rayo.

-No sé como pensabais enfrentaros a un ejército de orcos... cuando no sois capaces de matar siquiera a uno.-dijo Cireni con el marcado acento que poseían la mayoría de los draenei al hablar en común.

Respiré aliviado unos segundos al igual que también lo hacían el resto del grupo, hasta que entonces recordé nuevamente la pérdida del talismán. Me incorporé rápidamente apoyándome en uno de los árboles cercanos.

-El talismán, lo... lo he perdido.-confesé mientras observaba el rostro cargado de incertidumbre e incredulidad del resto de mis compañeros.-Debemos encontrarlos.
-No podéis volver, el resto han huido. No queda nadie junto al portal, lo han desactivado.- dijo la draenei.
-Tiene razón Garrett, ahora mismo tan solo quedarán algunos soldados que se están sacrificando para que el resto puedan mantenerse a salvo, si volvemos...
-¡Se trata del talismán Alice, es mi misión encontrarlo!-interrumpí a la bruja mientras elevaba instintivamente el volumen de mi voz.
-Es un suicidio regresar.-dijo seriamente Cireni.
-Moriré intentándolo..., soy el guardián de la Orden, y se me encargó proteger ese talismán con mi vida si era necesario.
-Entonces nos arrastrarás contigo Garrett...-dijo la bruja apesadumbrada.-Tu misión es custodiar el talismán, pero la nuestra es protegerte, si quieres sacrificar tu vida con ello, nos obligarás a hacer lo mismo.
Las palabras de Alice provocaron una sacudida en lo más profundo de mi mente.
-Lo importante no es tomar decisiones Garrett, sino saber cuando tomarlas. Créeme, sé de lo que hablo.- dijo Marther mientras apoyaba su mano en mi hombro.
-Pero... ¿Y qué hay del resto? De nuestros compañeros...
-Estarán bien, confía en ellos.-respondió el cruzado mientras intentaba hacerme entrar en razón.
Suspiré mientras reflexionaba cuando de pronto un estruendo asoló aquella tierra. A lo lejos, el portal se desmoronaba junto a nuestras esperanzas de regresar a nuestro hogar. El grupo permaneció impactado ante la situación, hasta que la dranei rompió el sepulcral silencio que se había generado tras la imponente explosión.
-Iremos hacia el sur, si esto es Draenor... Sombraluna se encuentra a varios días de camino. Debemos darnos prisa.


Habían pasado numeroso días o quizás semanas durante el tiempo que habíamos vagado por aquel territorio hostil. Los enemigos que encontramos por el camino menguaban paulatinamente nuestros ánimos, y los golpes y heridas hacían lo mismo con nuestras fuerzas que cada vez eran más escasas. Temíamos el habernos perdido, y por momento creíamos que las tierras en las que nos encontrábamos no eran más que una burla a nuestra esperanza de salir con vida. Entonces fue cuando lo vimos, cuando creíamos que todo estaba perdido. Todo a nuestro alrededor había cambiado. La frondosa vegetación había dado lugar a llanuras de un tono azulado y púrpura, los numerosos arboles irradiaban tranquilidad, y las grandes lunas que protegían aquel peligroso mundo nos observaban luminosamente desde el cielo mientras una sensación de paz nos inundaba por completo. Sombraluna..., por fin hemos llegado.



El silencio había sido mi aliado durante años. No lo temía, pero tampoco lo ansiaba. Desde que había muerto, mi mente había logrado encontrar esa sensación de vacío la cual había reclamado muchas veces cuando disfrutaba de una vida. La buscada redención no había sido tan placentera o gratificante como había esperado, pero aún así, allí estaba, caminando sin rumbo junto a aquellos desconocidos que por alguna extraña razón había decidido proteger.

-Debimos haber continuado junto al archimago.- dijo el pandaren.
-Se dirigían hacia una muerte segura.-respondí sin ánimos de mantener una extensa conversación.- La insensatez provoca muerte. No estamos muertos, así que hemos hecho lo correcto.
-¿Seguro que no lo estamos?- preguntó irónicamente el maestro Monlee mientras posaba su mirada en mi.

Observé como la druida que había tomado la forma de un venado lunar, movía agitadamente la cornamenta mientras exhalaba aire. Sobre su lomo descansaba el joven Akuo que había perdido el sentido en uno de los numerosos enfrentamientos por los cuales nos habíamos visto asaltados en las semanas que llevábamos deambulando por aquellas tierras.

-Guarda tus palabras para alguien que las quiera escuchar.- respondí secamente a la druida que aunque no había soltado ninguna palabra, su gesto decía más de lo que deseaba escuchar en ese momento.

Estaba seguro que de haber podido, aquello hubiese dado inicio a una de las innumerables discusiones que habíamos llevado a cabo desde que habíamos decidido continuar avanzando. La decisión estaba tomada, y ésta determinarían si sobreviviríamos o moriríamos, en mi ocasión una vez más.

-Deberíamos parar a descansar, llevamos horas caminando sin descanso, incluso días sin comer.-aconsejó el pandaren.
-No. Seguiremos caminando.
-¡No!¡No seguiremos adelante!-el pandaren se detuvo frente a mi con un enfurecido rostro mientras agitaba el peludo puño frente a mi rostro.
Tras el gesto el cual no entendí, caminó hasta la druida y ayudó a bajar el cuerpo de Akuo. La druida se destransformó tomando su forma original mientras estiraba sus entumecidas extremidades.
-Continúa si así lo deseas, nosotros pararemos unos minutos.-dijo la druida manteniendo el ceño fruncido.

Me senté algo apartado del grupo mientras comían y bebían aquello de lo poco que disponían. La mayoría de los recursos los perdimos durante la huida o se agotaron en los días venideros, pero aún así siempre encontraban algo con lo que subsistir. Mientras pensaba acerca de lo ocurrido, cogí una pluma marrón que encontré en el suelo junto a mis botas. Acaricié sin deshacerme de mis guantes, las finas hebras que conformaban perfectamente ordenadas el cuerpo de la misma, y recordé así fugazmente el suave tacto de los hipogrifos de Ventormenta, aquellos que ahora temían mi presencia.

Durante unas milésimas de segundos una sombra cubrió rápidamente el claro donde nos encontrábamos. Miré hacia el cielo incorporándome lentamente. Entonces fue cuando descubrí otra silueta sobrevolando sobre nosotros.


Corrí rápidamente sin perder el tiempo en dar explicaciones al resto, abriéndome paso entre las largas ramas y la excesiva vegetación de la selva siguiendo el rastro de las sombras. Me deshice de todo lo que bloqueaba mi camino hasta que de repente la selva desapareció. Observé a lo lejos como en el cielo despejado varias aves de gran tamaño similares a los hipogrifos sobrevolaban la zona hacia un destino que ignoraba, pero el simple hecho de ver a esas criaturas voladoras me hizo entender que quizás más humanos poblaban ya esas tierras. Miré a mi alrededor, el sol me forzó a cubrir mis ojos con la mano, pero pude vislumbrar que aquel lugar era muy distinto al que nos habíamos encontrado nada más cruzar el portal. Un lugar sereno, cubierto de arboles de hojas marrones, como si en un otoño perenne se encontrasen. La hierba, las criaturas del lugar e incluso el pequeño riachuelo que fluía antes mis ojos era parte del mismísimo Talador, solo que aún no lo sabía.


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Los miembros de la Orden ponen sus pies en Draenor, una nueva, desconocida y peligrosa tierra que llevará al límite una vez más a nuestros héroes. Con esta nueva aventura comienza en nuevo ciclo de la trama ''En tierras de Draenor'' con su primer capítulo titulado ''Sobreviviendo en tierras extrañas'', en la cual el grupo deberá sobrevivir y buscar un lugar donde ponerse a salvo de la devastación que se cierne sobre el nuevo mundo de la mano de La Horda de Hierro. 

Desprovistos de talismán y de toda esperanza, nuestros héroes encontrarán nuevos aliados que les acompañarán en su aventura y nuevos enemigos a los que deberán enfrentarse no solo por ellos mismos, sino por salvar el mundo de aquellos que amenazan con destruirlo.

¡Comienza una nueva aventura... esta vez, en Draenor!



sábado, 29 de noviembre de 2014

Prólogo Cap I - En tierras de Draenor (Parte 1)


La Marea de Hierro, así la habían llamado. Nunca antes un nombre había hecho tanta justicia a lo que estaba teniendo lugar en aquel devastado lugar, cuya desolación y baldías tierras habían dado lugar a una desconocida invasión que amenazaba con arrasar todo a su paso, como si de un salvaje oleaje se tratara. La marea avanzaba cada día, cada noche, cada minuto, donde un sinfín de orcos alzaban fervientemente sus armas en contra de aquello que osara siquiera enfrentarse a ellos. Nethergarde había caído. Ni siquiera habían podido defenderse de aquella aniquilación, de aquel derramamiento de sangre del cual no habían sido los únicos en sufrir, la Horda y la Alianza padecían las recientes pérdidas bajo aquel estandarte apodado La Horda de Hierro.

Habían pasado días, incluso semanas, desde que numerosos grupos militares y de apoyo habían partido con el objetivo de poner fin a aquellos que amenazaban con destruir sus tierras, su mundo. Muchos habían perdido ya la cuenta de las bajas que habían tenido lugar en el frente, otros rezaban mientras tanto por impartir aquello que consideraban justicia, por vengar a sus compañeros caídos o por defender a los millares de inocentes que esperanzados aguardaban a que la nueva guerra llegara a su fin tan pronto como había comenzado. Sin embargo la suerte estaba ya echada. La gran ofensiva final estaba teniendo lugar, mientras los que allí se hallaban temían que sus fuerzas terminasen cediendo ante la imparable marcha de los ejércitos enemigos que se cernían una y otra vez sobre ellos. Enemigos que no parecían agotarse, que no parecían terminar, y que no parecían menguar por más orcos a los que se les diese muerte.
Tal y como habían sido nombrados, la Marea de Hierro, parecía esperar pacientemente el romper de su oleaje sobre el campo de batalla, del cual tan solo un bando saldría victorioso.


Garrett tomó tan solo unos segundos para coger aire mientras extraía su espada del cadáver de uno de sus enemigos.Observó con desdén al orco de piel oscura que yacía inerte mancillado por la sangre que manaba de una profunda herida en el pecho. No sabía con certeza cuantos orcos había visto caer ese día, ni cuantos lo habían hecho bajo el filo de su arma, pero nada de aquello importaba ahora. Lo único que anhelaba era que aquella cruenta batalla terminara cuanto antes, sin embargo sus más profundos deseos estaban lejos de convertirse en realidad. Cada orco muerto parecía ser sustituido por otro, como si no importase, como si la muerte de uno de los suyos no tuviera sentido alguno para ellos, careciendo así importancia. Por desgracia, cada pérdida que tenía lugar entre los nuestros era una dolorosa punzada que ahondaba en lo más profundo de nuestro ser y de cada uno de los que allí se congregaban.

El caminante del tiempo miró a su alrededor, intentaba percatarse de lo que ocurría, pero el caos hacía que tal hazaña fuera imposible. Hacía tiempo que había perdido de vista a algunos de sus compañeros, temiendo que hubiera tenido lugar lo peor. Suprimió rápidamente esos amargos pensamientos de su cabeza, y se centró en lo que era realmente importante, ganar la batalla, luchar hasta el final. Después de todo, los miembros de la Orden y los numerosos aliados que habían encontrado por el camino, eran lo suficientemente fuertes y poderosos como para resistir bajo la presión que ejercían los numerosos enemigos.

El joven continuó luchando, blandió su espada con una mano mientras sostenía con fuerza el robusto escudo que le mantenía a salvo. Inmerso en el combate perdió la noción del tiempo, dejándose llevar agotadamente por el vaivén que ejercían sus movimientos mientras asestaba los numerosos golpes para protegerse a él y a los suyos, para dar al menos un respiro a aquellos que como él mismo, se hallaban sin aliento. Sus piernas comenzaban a fallar, mientras que sus manos temblaban al aferrarse a sus armas. Recordó rápidamente las razones que le habían llevado hasta allí, las razones que habían hecho que una decisión tras otra los situara en el lugar en el que se encontraban. Los últimos meses la Orden había logrando derrotar a sus más oscuros y siniestros enemigos, no sin perder a muchos de los suyos por el camino, pero a fin de cuentas lo habían logrado. Sin embargo esto era distinto, aquí la Orden y los cometidos de ésta carecían de relevancia alguna. Algo mayor se tejía en el horizonte, algo incapaz de vislumbrarse aún pero perceptible a aquellos que fueran capaces de ver más allá de lo que la vista permitía observar. La guerra no era contra orcos, era contra un enemigo aún mayor. Aún así, los allí presentes formaban parte de un mecanismo, cada uno de ellos era una pieza vital para determinar la victoria que podían llegar a alcanzar y el destino que les deparaba a cada uno de los mortales que allí luchaban con ansia.

De pronto una voz retumbó por la zona. Fue algo más que un grito, fue para muchos un atisbo de esperanza necesario en aquel momento, mientras que para otros infundió el temor a lo desconocido, el temor al devenir de los acontecimientos. De cualquier modo, el grito de guerra del archimago se oyó en toda la zona, indicando que había llegado el momento, el momento de avanzar, de tomar aquel portal que se erguía orgulloso e imponente a partes iguales mientras los mortales derramaban un sinfín de sangre bajo su petrificada sombra.

Un escalofrío recorrió al joven paladín. Jamás había planeado nada de lo que estaba teniendo lugar, pero aún así habían formado parte de aquel gran batallón, sin embargo, una cosa era luchar en el frente y otra muy distinta cruzar hacia algo que desconocían, hacia aquel peligroso lugar desde donde el enemigo avanzaba. No hacía falta ser un gran estratega para saber que era un suicidio.

Garrett fijó la vista en Iridi y Azurin, que se encontraban cerca de su situación. Ambas habían sido de gran apoyo estas duras semanas, y sabía que cualquier decisión que dictaminaran sería infinitamente más sabía de la que él mismo pudiera tomar. La anacoreta se arrodilló con presteza ante un herido que permanecía debatiéndose entre la vida y la muerte. Posó sus manos con delicadeza mientras la luz brotaba rápidamente de ellas para adentrarse en el cuerpo del humano herido.

-No podéis irrr... no estamos preparrrados parrra lucharr contra ellos.-Dijo la draenei mientras continuaba rezando por salvar al humano guerrero.-Si caéis al otro lado...todo habrrá terrminado...

Sus brillantes ojos se clavaron en los del joven caminante mientras reflejaba con su mirada aquello que más temía, aquello que había padecido decenas de veces antes, la pérdida de sus seres queridos.
Garrett miró a la elfa druida y asintió. El gesto bastó para que Azurin se transformara rápidamente en un gran cuervo de plumaje púrpura y alzara el vuelo velozmente por encima de las cabezas de los que componían el campo de batalla.
Voló a gran altura ondeando el cielo mientras buscaba al resto de sus compañeros. Mientras afinaba su desarrollada vista observó como las tropas compuestas por soldados de la Horda y de la Alianza, avanzaban hacia el portal obligando a retroceder al enemigo. Una sensación esperanzadora recorrió su menudo cuerpo al saber que quizás todavía cabía la esperanza de conseguir aquello que ansiaban. Tras varios segundos logró encontrar al primero de todos, el maestro Monlee cruzaba el portal torpemente atacando desde la retaguardia junto al resto de los héroes que avanzaban. ''Maldición'', pensó. Debía intentar encontrar al resto antes de que fuera demasiado tarde. Los nervios y la incertidumbre recorrieron su encorvado cuerpo mientras agitaba las alas repetidamente. Entonces fue cuando la vio. A lo lejos Alice se debatía en duelo con un corpulento orco que prácticamente doblaba el tamaño de la bruja. El enemigo logró derribar a la humana de una patada mientras recogía su hacha del suelo y se acercaba decididamente hasta la joven.

Azurin descendió en picado. Cruzó a gran velocidad la distancia que la separaba de aquella masa de luchadores que combatían a muerte. Esquivó el suelo ágilmente a pocos metros de entrar en contracto con el mismo, para continuar atravesando con gran destreza los cuerpos que se cernían en la batalla. Giró varias veces sobre si misma esquivando algún que otro golpe que aunque no iban dirigidos hacia ella, se cruzaban en su trayectoria. Agitó las alas tan solo un par de veces más para obtener un mayor impulso, fijando la vista en el orco que sostenía el hacha en el aire, con el objetivo de poner fin a la vida de Alice. Tan solo tenía una oportunidad, una carta en la cual se jugaba no solo la suerte de su compañera sino la suya propia. La druida agitó por última vez sus alas mientras colocaba sus garras por delante de ella, recorriendo los pocos metros que la separaban de su enemigo hasta arrancar de las manos del orco el hacha que sostenía obligándole a trastabillar tras unos segundos de forcejeo. Azurin levantó nuevamente el vuelo tras varios aleteos, cargando con la pesada arma entre sus garras, dejándola caer en una zona alejada segundos después. El orco permaneció estupefacto ante la situación mientras varias bolas de fuego impactaban contra su pecho calcinándolo instantáneamente.

Alice sacudió rápidamente el polvo de su toga mientras se apoyaba en su bastón. Observó a lo lejos que Garrett se acercaba hasta donde se encontraba, mientras que la druida sobrevolaba aquel mismo lugar.

-Alice, estás bien...¿Dónde está el resto?-preguntó el caminante del tiempo alterado mientras intentaba recuperar el aliento.
-El cruzado Strang ha traspasado el portal, pretendía seguirlo hasta que me alcanzó el orco.
-El pandaren también lo ha hecho, pude verlo con mis propios ojos.-respondió rápidamente la druida que había tomado su forma original.
-Debemos encontrarlos...tenemos que hacer que vuelvan, tan solo aquí estarán seguros.-ordenó el paladín mientras se reincorporaba.

El grupo cruzó el portal decididamente sin tener conocimiento de lo que encontrarían al otro lado del mismo. Sus ojos no daban crédito a lo que se alzaba ante ellos. Una horda de orcos cubría todo el paisaje hasta donde abarcaba la vista. Podrían ser cientos o incluso miles, lo que era seguro es que doblaban sin lugar a duda el numero de los efectivos aliados.

El caótico escenario rodeó a los miembros de la Orden antes de que pudieran cerciorarse de lo que realmente estaba teniendo lugar. Los numerosos disparos de fuego, las explosiones y los enemigos inundaron aprisa su alrededor estallando ante sus rostros. Ambos se separaron mientras los soldados de las fuerzas aliadas avanzaban para poner freno a los enemigos.

Garrett intentó sortear la zona más peligrosa de la batalla mientras buscaba con la mirada el paradero de sus compañeros. A lo lejos descubrió al pandaren que aplacaba a un orco con varios virotes de hielo que se clavaban en el cuerpo del enemigo. El caminante avanzó rápidamente eludiendo a sus enemigos hasta que sintió como un golpe le derribaba por completo. Un orco enemigo embistió al paladín obligándole a caer, provocando que el delgado cuerpo del humano rodara por el suelo de fría piedra hasta precipitarse por un peldaño de varios metros de altura. El golpe agotó el poco aliento que le quedaba al joven, siendo incluso incapaz de quejarse ante el mazazo que había supuesto la caída. El paladín hizo ademán de las pocas fuerzas que le quedaban para incorporarse lentamente y acercarse débilmente hasta donde se encontraba su escudo a varios metros de distancia. Avanzó lentamente cuando se percató de que el orco que le derribó había cruzado de un hábil salto, la distancia que cubría desde su antigua posición.

Garrett caminó rápidamente hasta su escudo y se aferró a él para hacer frente al enemigo. Observó detenidamente al orco que se aproximaba pacientemente con una maza de gran tamaño entre ambas manos. El joven temió no estar a la altura de su contrincante, había perdido la espada en la caída, y le inquietaba que el escudo no fuera capaz de detener siquiera el primer golpe de aquel robusto orco. El enemigo aumento la velocidad del paso mientras se dibujaba una sonrisa en su rostro tras emitir un fiero rugido. Garrett adelantó su pierna derecha a la vez que blandía el escudo frente a sí mientras que observaba las grandes zancadas del orco de piel marrón, hasta que algo le obligó a desviar su mirada. Un enano de piel oscura y pobladas barbas azabache agitaba los brazos enérgicamente realizando indicaciones que el humano no supo descifrar. Garrett fijó su vista nuevamente en el orco que alzaba sus fuertes brazos levantando la pesada maza para abatir al paladín.

De pronto un estruendo ensordeció el lugar. Una puerta de piedra estalló junto a ellos en lo que fue una sonora explosión, quebrándola en miles de fragmentos, y provocando que tanto el humano como el orco salieran despedidos por los aires.

El joven humano rodó por una pendiente de tierra hallada bastante alejada del portal durante varios minutos mientras su cuerpo inconsciente giraba hasta topar con tierra llana. Los numerosos golpes le hicieron perder el sentido durante un largo y vital tiempo, dejando el cuerpo del paladín bajo la sombra de una amplia vegetación que resguardaba aquella zona.




Iridi arrastró torpemente al humano que portaba las armaduras típicas del ejército de la Alianza, resguardándose junto a él tras un peñasco en las proximidades del lugar donde aún continuaba la batalla. Centró sus energías en sanar al soldado, logrando estabilizarlo en pocos minutos. La draenei desviaba una y otra vez la vista hacia el portal, con la esperanza de que sus allegados regresaran sanos y salvos, pero aquello aún no había tenido lugar. Tras varios minutos decidió dejar al soldado en aquel lugar seguro y avanzó por la zona para sanar a otros de los heridos. Se arrodilló rápidamente ante un enano que se retorcía de dolor al haberse fracturado uno de sus brazos. Iridi calmó al enano mientras rezaba a la luz por sanar las heridas del pequeño soldado. El dolorido gesto del enano se tornó preocupación cuando sus ojos se fijaron en uno de sus enemigos que se dirigía hacia ellos. La anacoreta siguió con la mirada la dirección hacia la cual apuntaba el enano. El orco clavó su espada en varios de los soldados que se acercaban a detenerlo, como si nadie pudiese frenar su pasos. 

Mientras caminaba envalentonado hacia la draenei, algo en su rostro se tornó oscuro, obligándole a detenerse. El orco se llevó las manos al cuello como si intentara desprenderse de algo que no existía a simple vista, como si algo le asfixiara por dentro. La anacoreta se percató de que una fugaz sombra violácea rodeaba la garganta del enemigo, serpenteando hasta las manos de un caballero de la muerte al que reconoció instintivamente. El imponente humano mantenía su brazo extendido mientras cerraba su mano con la intención de estrangular al orco desde la distancia. Mientras el orco agitaba sus brazos en el aire para vencer aquello que frenaba sus ansias de matar, el joven Akuo corrió hasta él tras las indicaciones de Ephdel para rematar al enemigo. El guerrero no tardó siquiera dos segundos en atravesar con su espada el cuello de su contrincante.

Ambos se acercaron rápidamente hasta la draenei y el enano, ayudando a cargar con el herido para dejarlo a buen recaudo.

-Suerte que hemos llegado a tiempo.-exclamó Akuo sonriendo ante la sacerdotisa.
-Han crruzado el porrtal... debéis traerrlos de vuelta...-respondió la anacoreta atropelladamente.
-La batalla aún no ha terminado, debemos continuar aquí.-insistió el guerrero.
Iridi miró tanto al caballero de la muerte como a Akuo.
-Irre yo entonces.-dijo Iridi mientras se incorporaba.
Fue entonces cuando sintió la pesada mano del caballero de la muerte sobre su hombro. Su gélida mirada se clavó en los ojos azules resplandecientes de la draenei mientras permanecía inerte frente a ella.
-Lo haremos nosotros.-rrespondió
-Pero...Ephdel, ¡Llevamos más de una treintena de orcos a nuestras espaldas!, no podemos detenernos ahora.
-He dicho que lo haremos nosotros.-dijo el caballero de la muerte mientras agarraba la mandíbula del joven guerrero con su mano.
Akuo asintió con desgana mientras el letal dúo reanudaban la marcha hacia el portal.

Iridi observó como ambos se alejaban sin evitar sentir preocupación por ellos. Al igual que en muchas ocasiones antes, se había visto obligada a alejarse de aquellos a los que quería e incluso amaba, y nunca más los había vuelto a ver. Su corazón le susurraba que volvería a verlos, pero su mente sabía que no sería pronto...


martes, 11 de noviembre de 2014

[Próximamente] ¡Nueva clase: Mercenario!

Próximamente la clase Mercenario se unirá al listado de clases de rol, y podréis conocer las tres especializaciones basadas en esta nueva clase: Cazarecompensas, Asesino a sueldo y Mercenario con honor. Esta nueva clase estará compuesta principalmente por las habilidades de Guerrero, Pícaro y Cazador.


martes, 4 de noviembre de 2014

¡Nueva clase: Caminante del tiempo!

Así es, anunciamos la nueva clase que añadiremos al conjunto de clases en Warlords of Draenor: Los Caminantes del Tiempo.




¿Qué significa esto de ''Nueva clase''?

Significa lo que parece tal cual. En el juego nos dan a elegir entre once clases, pero ni por asomo son todas las clases o especialidades que existen en el Lore o en el mundo de Azeroth. Hay muchas más clases que pasan desapercibidas o sería difícil incluirlas por temas de jugabilidad. Sin embargo, on rol muchas de esas clases existen y de hecho son representadas día a día entre personajes de distintas hermandades o grupos, un ejemplo de esto son los cazadores de demonios, cazamareas o piratas, bardos...
Nosotros nos animamos a ir añadiendo cada vez más clases, clases que serán introducidas cada varios meses y que intentarán guardar coherencia con las expansiones, parches, o contenido que vaya teniendo lugar en el juego.


¿Cómo funcionan estas nuevas clases?

Como no disponemos de información a la hora de especificar los ataques propios de estas clases, lo que haremos será tomar algunas de las once clases disponibles y evolucionarlas a la nueva clase. Las nuevas clases coexistirán o estarán formadas por algunas de las que ya conocemos, por ejemplo un cazador de demonios estará compuesta por los ataques que el rolero elija de Pícaro, Cazador o Guerrero, mientras que un pirata por ejemplo será una mezcla entre las clases Pícaro y Guerrero. El rolero que decida rolear una clase así podrá elegir ataques de las clases que compongan la nueva.
Sin embargo, los talentos serán únicos de cada clase, y será lo que otorgue exclusividad a las mismas.


¿Cómo puedo conseguir una clase nueva?

Las clases se irán anunciando poco a poco, y será tan fácil como adquirir el cambio en La cámara de las recompensas.

La mayoría de estas clases están hechas para roleros expertos, que lleven bastante tiempo y posean los conocimientos necesarios, así que no estarán en un primer momento disponibles para los nuevos jugadores. Además se deberá invertir puntos para cambiar la clase actual de un personaje a una clase nueva (y por supuesto, rolearlo con el paso del tiempo).
En algunos casos, como el de los Caminantes del tiempo, la mayoría de los ataques del personaje no variarán, ya que un caminante del tiempo puede ser Paladín, Sacerdote, Guerrero..., pero como dijimos anteriormente, los talentos o algunas bonificaciones podrían cambiar drásticamente.



Los caminantes del tiempo

Esta clase se dividirá en cuatro ramas:

Celadores (Tanques o Dps cuerpo a cuerpo)
Son los que protegen al grupo y se aseguran de defender a los miembros más débiles o vulnerables del mismo. Los celadores poseen amplios conocimientos en batalla y con lo cual ostentan una gran defensa a la hora de lugar contra enemigos en un rango cercano.

Tejedores (Dps a distancia)
Los tejedores suelen ser magos arcanistas o brujos que se dedican a reparar los daños causados en las líneas temporales. Su labor es la de realizar el esfuerzo de sustituir la ardua tarea que hasta entonces hacían los dragones de bronce.

Vigías (Dps o Healers)
Los vigías se encargan de estudias los cambios en las líneas temporales, investigando y examinando de donde procede ese cambio. Actúan a veces como espías aunque también ejercen de apoyo al resto del grupo.

Historiadores (Dps, Tanques o Healers)
Estos son los encargados de archivar los sucesos más importantes de la historia, y con lo cual, procurar que éstos se cumplan a rajatabla. Muchas veces los historiadores son clave a la hora de descubrir los cambios realizados en las lineas temporales.



Talentos de clase

Especialista en intuición:
-En combate: el caminante del tiempo evadirá el primer ataque que se realice contra él.
-Fuera de combate: la intuición del caminante del tiempo hará que tenga mayor probabilidad de tomar las opciones correctas.

Especialista en tiempo:
-En combate: el caminante del tiempo anulará el tiempo de reutilización de la primera habilidad básica que use, una única vez por combate.
-Fuera de combate: el caminante del tiempo sabrá con exactitud el tiempo que transcurre a su alrededor, en cada viaje,...

Especialista en historia:
-En combate: el caminante del tiempo tendrá propabilidades de conocer más datos de sus enemigos, otorgando así al grupo +1 en defensa durante los tres primeros turnos.
-Fuera de combate: el caminante se convertirá poco a poco en una enciclopedia andante ayudando al grupo a la hora de conocer lugares, razas, clases, idiomas...





lunes, 3 de noviembre de 2014

Habilidades únicas de clases!

Con los cambios que vienen con la nueva expansión, estamos planeando aplicar algunas modificaciones y novedades al sistema de dados y sobretodo a los personajes, especializando más aún las clases que componen el sistema actual. Estas novedades aún están en periodo de prueba y siempre pueden cambiar o añadirse nuevas habilidades.

A continuación podréis ver cada una de las novedades que se pueden elegir por cada clase, de las cuales tan solo podréis elegir una para la ficha de vuestros personajes. Las habilidades funcionan de forma pasiva, no gastan turnos ni hay que usarlas para aplicar el beneficio. Son como una especie de ''Talentos'' de los que hay disponibles en el juego, que no solo funcionarán en combate sino fuera de ellos también.



Cazador


Especialista en camuflaje: 
-En combate: el personaje tiene menos probabilidad de ser objetivo del enemigo.
-Fuera de combate: evita ser detectado por enemigos además de ocultar los campamentos de forma más eficiente. 

Especialista en trampas:
-En combate: Obtienes +2 en cada tirada a la hora de deshacerte de una trampa (cuando hay que obtener más de 10 en tres tiradas). 
-Fuera de combate: permite crear trampas para atrapar a enemigos o evitar ser perseguidos por éstos.

Especialista en rastreo: 
-En combate: puede descubrir el avance de enemigos antes de que se unan al combate.
-Fuera de combate: aumenta las probabilidad de rastrear enemigos, aliados y objetivos obteniendo +5 en las tiradas fuera de combate para realizar dichas acciones.


Mago


Especialista en portales: 
-En combate: el mago tiene la oportunidad de crear un portal para que el grupo huya. (Obteniendo 10 o más en tres tiradas)
-Fuera de combate: el mago es capaz de crear portales hacia los lugares que haya visitado on rol previamente sin agotarse excesivamente.

Especialista en lenguas: 
-En combate: tiene mayor probabilidad de averiguar las órdenes y palabras que dicen los enemigos.
-Fuera de combate: aprende cada idioma escrito y/o hablado con el que el mago entra en contacto de forma más fluida.

Especialista en conjuración:
-En combate: el personaje será capaz de invocar objetos como pociones capaces de sanarle.
-Fuera de combate: el mago será capaz de conjurar comida y bebida para abastecer las necesidades del grupo mientras viajen.


Pícaro


Especialista en escape:
-En combate: el pícaro será capaz de huir de combate (obteniendo 10 o más en tres tiradas)
-Fuera de combate: tendrá una mayor probabilidad de huir en el caso de que sea atrapado, encarcelado, hecho prisionero...

Especialista en sabotaje: 
-En combate: obtiene +2 en cada tirada para liberar a algún compañero de una trampa. (Cuando hay que obtener 10 o más en tres tiradas)
-Fuera de combate: el pícaro podrá introducirse en campamentos y lineas enemigas y sabotear los planes de éstos, además será capaz de destruir parte de los campamentos y avanzadas enemigas si obtiene tiradas altas.

Especialista en venenos:
-En combate: cada ataque crítico tiene la probabilidad de aplicar un veneno que baje la defensa, vida o ataque del enemigo.
-Fuera de combate: poco a poco irá conociendo los distintos venenos siendo capaz de sanar a aquellos que hayan sido infectados con mayor facilidad.


Sacerdote


Especialista purificador:
-En combate: el sacerdote será capaz de sanar una maldición o enfermedad si obtiene 10 o más en tirada.
-Fuera de combate: el sacerdote será capaz de sanar maldiciones o enfermedades con mayor facilidad.

Especialista en sanación:
-En combate: las sanaciones críticas del sacerdote sanarán una vida extra.
-Fuera del combate: el sacerdote obtiene +5 en tirada a la hora de sanar a uno de sus aliados.

Especialista en rezos:
-En combate: el sacerdote será capaz de realizar una tirada al principio del combate, en la cual si obtiene 10 o más, otorgará a los miembros del grupo 1 vida extra (no sanable) durante ese combate.
-Fuera de combate: el sacerdote infundirá valentía en sus aliados ayudándoles a seguir adelante en los momentos de debilidad.


Brujo


Especialista en invocación:
-En combate: tus invocaciones se realizan en un solo turno, en caso de no posee tales hechizos, invocarás a un ojo de Kilrogg de una vida para atraer la atención de enemigo. (Obtener 10 o más para invocarlo. Solo puede haber 1 ojo activo por brujo y posee reutilización de 5 turnos)
-Fuera de combate: el brujo será capaz de investigar, espiar o rastrear a sus enemigos invocando un ojo de Kilrogg.

Especialista en demonios:
-En combate: el brujo será capaz de desterrar a un demonio por combate al realizar un ataque crítico sobre el mismo.
-Fuera de combate: el brujo detectará el rastro de demonios a la vez que aprenderá sobre la forma de atacar, defenderse, hábitos,... de éstos.

Especialista en rituales:
-En combate: cuando el brujo está a dos vidas de morir, invocará una piedra de salud que podrá sanarle 1 vida (obteniendo 10 o más al usarla).
-Fuera de combate: el brujo conocerá los secretos sobre los rituales de magia oscura, incluyendo el detectar el rastros de éstas que hayan sido usadas con anterioridad en el entorno en que se encuentre.


Guerrero


Especialista en armaduras:
-En combate: cada golpe crítico tiene la probabilidad de mermar la armadura del enemigo provocando que su defensa baje.
-Fuera de combate: el guerrero será capaz de reparar y mejorar armaduras con mayor facilidad.

Especialista en armas:
-En combate: cada golpe crítico tiene la probabilidad de desarmar al enemigo durante un turno.
-Fuera del combate: el guerrero será capaz de reparar las armas épicas de sus aliados e incluso mejorar las suyas propias.

Especialista en batallas:
-En combate: el guerrero realizará un grito de batalla que atraerá la atención de todos los enemigos.
-Fuera de combate: el guerrero irá convirtiéndose en un estratega mejorando su forma de combatir tras cada batalla, siendo así más respetado a la hora de tomar decisiones sobre el tema.


Monje


Especialista en sanación natural:
-En combate: cuando la salud del monje esté en dos vidas o menos, podrá intentar sanarse mediante elixires naturales creados con hierbas medicinales.
-Fuera del combate: el monje se convertirá en especialista en el uso de plantas como sanación, obteniendo +5 en tirada a la hora de sanar a algún aliado.

Especialista en puntos débiles:
-En combate: al iniciar el combate el monje tendrá la oportunidad de incapacitar a dos enemigos realizando tiradas 1-20 respectivamente.
-Fuera de combate: el monje aprenderá sobre los puntos débiles de cada enemigo a los que se vaya enfrentando, convirtiéndole así en un luchador más letal.

Especialista en apoyo:
-En combate: el monje será capaz de realizar una tirada al inicio del combate, en la cual si obtiene 10 o más, aumentará el ataque de sus aliados en +1 durante los tres primeros turnos.
-Fuera de combate: el monje ayudará a los líderes con su apoyo y experiencia a la hora de tomar decisiones importantes.


Paladín


Especialista en sagrado:
-En combate: las sanaciones críticas del paladín otorgarán un escudo que absorberá 1 punto de daño.
-Fuera de combate: el paladín obtiene +5 en tirada al sanar a uno de sus aliados.

Especialista en lealtad:
-En combate: el paladín podrá usar todas sus bonificaciones de defensa a la hora de usar ''Intervenir''
-Fuera de combate: el personaje se sacrificará poniéndose en el lugar de otro personaje que vaya a ser atrapado, encarcelado, hecho prisionero,...

Especialista en la luz:
-En combate: cada ataque crítico realizado a un enemigo No-muerto o brujo, tendrá la probabilidad de sanarte una vida.
-Fuera de combate: el paladín se convertirá en un devoto servidor de la luz que infundirá esperanzas y consejo al resto de sus compañeros, además de guiarlos en los momentos que más lo necesiten.


Chamán


Especialista en agua:
-En combate: los hechizos que requieran de este elemento para realizarlos, obtendrán +1 en tirada.
-Fuera de combate: el chamán entra en comunión con el agua otorgando a sus compañeros y a si mismo la capacidad de caminar por la misma.

Especialista en viento:
-En combate: el chamán tendrá menor probabilidad de ser atacado por enemigos, ayudándose de este elemento para mantenerlos lejos de él.
-Fuera de combate: el chamán podrá utilizar la ayuda de este elemento para conocer el rastro de un objetivo.

Especialista en tierra:
-En combate: el chamán podrá protegerse con el poder de la tierra de un ataque que hubiese llegado a matarle. Esta habilidad solo se activa una vez por combate.
-Fuera de combate: el chamán entra en comunión con la tierra ayudando a que el grupo esté más protegido a la hora de acampar.


Druida


Especialista en curación:
-En combate: las sanaciones críticas del druida sanarán una vida a otro aliado herido.
-Fuera de combate: el druida obtiene +5 en tirada al intentar sanar a un aliado.

Especialista en evasión:
-En combate: el druida será capaz de liberarse de cualquier trampa con tan solo obtener un crítico en alguna de las tres tiradas.
-Fuera de combate: el druida viajará y explorará más rápido que el resto de personajes a la hora de buscar alimento, enemigos, lugares seguros,...

Especialista en intimidación:
-En combate: el druida atacará dos veces al iniciar el combate.
-Fuera de combate: el druida podrá realizar doble tirada a la hora de esquivar, sanar, intervenir, examinar, investigar,...



Caballero de la muerte


Especialista en muerte:
-En combate: cada vez que un enemigo muere por un ataque del caballero de la muerte, en ese mismo instante realizará un ataque 1-20 a otro de sus enemigos.
-Fuera de combate: el personaje se vuelve un erudito en los temas relacionados con la muerte a la hora de rastrear otros caballeros de la muerte, no muertos, miembros de la plaga e incluso nigromantes.

Especialista en hielo:
-En combate: cada vez que el caballero de la muerte lucha en un entorno frío obtiene de una a tres vidas extra dependiendo de la intensidad del mismo.
-Fuera de combate: el caballero de la muerte será capaz de congelar el agua bajo sus pies.

Especialista en enfermedades:
-En combate: el caballero de la muerte será capaz de contagiar a enemigos entre ellos o a partir de un aliado afectado.
-Fuera de combate: el caballero de la muerte obtendrá +5 en tirada a la hora de absorber la enfermedad de uno de sus aliados.