martes, 21 de octubre de 2014

Cambios de Warlords of Draenor en La Orden


La expansión Warlords of Draenor ha traído consigo muchos cambios estéticos y con respecto a las habilidades de cada clase. En La Orden no vamos a ser menos, y también tenemos pensado añadir muchos cambios, remodelaciones y novedades tanto al rol como al sistema actual de combate que usamos. A continuación os anunciamos algunos de esos cambios y novedades:


  • Sistema de puntos (Ya aplicado)
El sistema de puntos funciona a la perfección tal y como se encuentra ahora mismo, sin embargo, dada la popularidad de que constó el sistema de puntos mediante ''Logros'', hemos decidido añadir esa forma de conseguir puntos extra. Lo que hará que cada jugador perfeccione sus ataques y combinaciones que deberá usar para conseguir dichos logros.
También seguiremos contando con los puntos fijos de asistencia y eventos optativos.


  • Cambios en los combos (Ya aplicado)
Ya fue anunciado hace unos días, los cambios en los combos han sido necesarios para usarlos más a menudo. Una vez aplicados dichos cambios, las novedades aplicadas a los combos son:

*Podrán realizarse combos tanto para atacar (entre cualquier personaje), sanar (entre Healers) o defender (en el caso de los Tanques entre ellos)

*En caso de crítico al usar combo:
-Al dañar: quitará una vida extra al enemigo
-Al sanar: sanará una vida extra al objetivo
-Al defender: se protegerá del ataque sea cual sea la tirada enemiga.


  • Armas épicas (Ya aplicado)
Los cambios en las armas épicas también han sido bastante importantes, ya que ahora, por cada 1 que obtenga en tirada su portador, el arma perderá un punto de durabilidad. De esta forma, aquellos que tengan un arma épica se verán obligados a invertir puntos para repararlas o restaurarlas si quieren continuar usándolas.
En la camara de las recompensas se han añadido varias opciones para restaurar, fortalecer o reparar armas.


  • Fichas básicas (Ya aplicado)
Las fichas básicas de DPS y HEALER han sido actualizadas, añadiéndose un ataque o sanación poderosa con +5 en tirada a cada una de las fichas. 


  • Listado de habilidades
Una de las novedades que añadiremos será un listado de habilidades, con sus bonificaciones y utilidades, que serán recogidas en una pagina según cada clase. Las habilidades del listado serán habilidades ya añadidas a fichas actuales, con lo cual, tan solo sería un lugar donde podréis fijaros en lo que hace cada habilidad en vez de recorrer cada una de las fichas de personajes.

  • Eventos de Roleo WoD
Para poder disfrutar del rol y a la vez de la expansión, en Warlords of Draenor comenzaremos durante los primeros meses a rolear de una forma muy distinta a lo que estamos acostumbrados. Actualmente roleamos cuatro días a la semana, ocupándonos mucho tiempo, lo que hasta ahora no importaba porque no había contenido nuevo en el juego. Con la expansión todo esto cambia, y contando con la disponibilidad de cada jugador, hemos decidido hacer algunos cambios eventuales, que durarán al menos el principio de la expansión.
Estos cambios consistirán en crear varios grupos repartiendo los personajes entre ellos, de manera que casi todos los días habrá rol, pero cada rolero tan solo deberá asistir a los eventos de su grupo, que serán seguramente 2 días semanales. Según avencen las semanas y eventos, se irá ampliando los días de roleo hasta volver a la normalidad.

  • Cambios de grupos on rol
Aunque no hemos podido disfrutar mucho de los grupos secundarios como Los Caminantes del Tiempo, al separar los personajes nuevamente con la llegada de Draenor, estaremos obligados a dejar en segundo plano varias de las tramas. Dicho esto los actuales Caminantes del tiempo y miembros de La Orden que NO crucen el portal, se unirán para debatir, decidir o planear el devenir de la Orden en Azeroth. Ambos grupos colaborarán en tramas conjuntas formando una solida alianza que en un principio no será fácil de mantener, pero que deberán esforzarse por el bien de todos ellos.

  • Novedades en las clases
Las clases que ahora conocemos en nuestro sistema de dados serán remodeladas, añadiéndose algunos aspectos que las diferencie unas de otras. Los ataques que en el juego han sido eliminados, continuarán estando disponibles como hasta ahora, al igual que se añadirán las nuevas habilidades que ha traido la expansión.

  • Fichas de personajes
Las fichas de personajes continuarán como hasta ahora, con la novedad de que cada ficha contará con un numero limitado de ataques que podrá obtener, al igual que un número límite de mejoras que podrán ser aplicadas a cada habilidad. Posiblemente éste límite sea aproximado:
*4 habilidades básicas
*2 habilidades poderosas
*Combos / Intervenir (sin límite)
*3 mejoras en cada básico
*2 mejoras en cada poderoso
*Arma o artefacto (solo 1)

  • (Próximamente)




La marea de hierro llega a Azeroth (Preludio al capítulo XVI)


La Horda de hierro ha alcanzado Azeroth, y con ello comienza la cuenta atrás para que nuestros héroes se aventuren hasta tierras desconocidas donde se enfrentarán a los mayores peligros contra los que hayan tenido que combatir hasta ahora. Pero antes de que comience el capítulo XVI y todo lo que conlleva, deberemos enfrentarnos a la ''marea de hierro'' que amenaza con conquistar nuestro mundo.

La invasión ya ha comenzado, y tras varios días se ha producido la tan esperada llamada a las armas. Lo que obligará a nuestros héroes a viajar hasta tierras hostiles para frenar el ejercito enemigo. Sin embargo, los miembros de La Orden Eterna no estarán solos. Varias órdenes y grupos militares entre otros, han decidido unirse en lo que parece una alianza contra una guerra segura. Muy pronto zarparán en un peligroso viaje que les guiará hasta lo que el destino les tendrá preparado, donde comenzará la guerra contra La Marea de Hierro.




Marther Strang - Redención (Parte 2)


El viaje comenzó en plena noche, a lomos de mi hipogrifo me dirigía al norte, era un viaje demasiado largo como para hacerlo sin descanso, sobretodo contando el peso de mi armadura. El bosque de Elwynn estaba totalmente tranquilo y quedó atrás muy pronto. Llegué a la parte de mi viaje que más temía, Las Estepas Ardientes son traicioneras y nunca sabes con que te puedes topar.

 Al fondo aún se veían los restos de las edificaciones de los orcos roca negra, y pese a la altura se sentía por todo el cuerpo las altas temperaturas que desprendía esa zona, agravado por portar una armadura pesada, estaba deseando dejar cuanto antes esa zona atrás. Llegué hasta la Garganta de Fuego manteniéndome a una distancia prudencial de la Montaña Roca Negra, siempre tan alta e imponente. Esta zona no era mucho mejor que la anterior, plagada por minas de los enanos hierro negro que seguían al martillo crepuscular, el lugar estaba mucho más tranquilo que antaño, atravesándolo sin ningún incidente y llegando al refrescante Dun Morogh.

 Pese a que la idea de pasarse por la Casa Doe era prácticamente irresistible, acabé optando por continuar mi camino y presentarme una vez hubiese cumplido la tarea que tenía en mente. Al dejar las montañas nevadas y unas granjas enanas atrás se me presentó el lugar en el que tenía pensado descansar antes de continuar el viaje.








 Puerto de Menethil continuaba medio sepultado bajo las aguas, y gracias a ello fue fácil conseguir una habitación libre en el Mesón Aguahonda. Una cama mullida, sin la armadura y escuchando el sonido del mar me proporcionaron un descanso que  llevaba mucho tiempo sin disfrutar, ya que esa noche para mi sorpresa no me asaltó aquella voz. Tras comprobar que mi hipogrifo estaba en plena forma y despedirme de los posaderos continué mi camino.

 Las Tierras Altas de Arathi y Tierras del Interior fueron un trayecto relativamente corto, y como esperaba ningún peligro me aguardaba en ese trayecto. Cuando terminaba el día ya había llegado a mi destino, la Capilla de la Esperanza de la Luz. El hipogrifo estaba totalmente exhausto, encargándose de él varios iniciados de la cruzada. Aunque habría preferido ir directamente a dormir tenía mucho que hacer aquella noche, primero me presenté ante el resto del compañeros dentro de la capilla, lo cual nos llevó varias horas para ponernos al corriente, después salí de la capilla y la rodeé hasta la parte trasera.

 Allí estaba el espíritu de Lord Raymond George, difunto líder del Alba Argenta, el cual sigue velando por sus compañeros.

-          Marther Strang, volvemos a encontrarnos y esta vez no es acompañado de nuevos reclutas… puedo sentir que algo te atormenta, te hace dudar sobre lo que no deberías.
-          Me temo que así es, y por ello estoy aquí, demasiado es el tiempo que llevo sucumbiendo ante ello, necesito encontrar las respuestas.
-          Sigue el camino hasta el mausoleo, allí con tu fuerza de voluntad, tu fe en la Luz y la ayuda de tus hermanos caídos podrás hallarlas.
Le agradecí que me prestase algo de su tiempo y empecé a descender las escaleras del mausoleo, la iluminación era escasa pero la percepción de la Luz era cada vez más y más fuerte según descendía. Al final había llegado a una amplia sala, donde había estado bastante tiempo atrás realizando la prueba para unirme a la cruzada.

 Cerré los ojos y comencé a meditar, intentando hacer aflorar aquella voz que tanto tiempo llevaba torturándome, la cual tras un largo tiempo decidió hacer acto de presencia.

-          Sabes que siempre te perseguiré, vayas donde vayas nada podrá salvarte a ti ni a todos los que quieres de mí, tu patética Luz no me afecta, tú mismo te diste cuenta al verme.
-          Ya no me atormentarás más, el tiempo en el que me he dejado embaucar por tus palabras terminan aquí y ahora, la Luz me guía y nada podrás hacer contra ello. –dije mientras sentía que la influencia de esa voz menguaba a una velocidad vertiginosa.
-          Muchos como tú son los que ya han caído ante mí, al igual que razas enteras. – dijo entre risotadas mientras sentía una fuerte presión en la cabeza, haciéndome caer de rodillas.
-          Ese… era su momento de reunirse con la Luz... al igual que nos llegará a todos… ¡Y no será este! – grité mientras continuaba sintiendo esa presión, si seguía así no lo resistiría mucho más -  Por mucho que creas en tu poder… no podrás utilizarlo más contra mi… no permitiré que sigas interponiéndote en mi camino… - sentía mucho calor y estaba sudando a chorros, derrumbándome en el suelo pero manteniendo aún mi consciencia – Además… no estoy solo en este camino… - al haberme derrumbado vi el colgante que llevaba puesto, el cual desprendía un aroma más que familiar, y con la fe más que renovada conseguí ponerme en pie - ¡Resistiré contra ti y contra todo lo que sea necesario para conseguir terminar el camino que he elegido!

Sentía como tras las últimas palabras esa voz desaparecía de mi interior, y espero que nunca vuelva. Ascendí las escaleras y al llegar al exterior vi como estaba amaneciendo. Respiré hondo mientras lo contemplaba con una amplia sonrisa, sabía que de una vez por todas me había redimido.




Escrito por Marther Strang

Marther Strang - Pesadillas (Parte 1)


Era agradable estar de nuevo en casa, disfrutando de la compañía de mi hija, viéndola crecer más rápido de lo que habría querido en esa tranquila casa en el Bosque de Elwynn. Aproveché todo el tiempo que pude para entrenarla en la lucha cuerpo a cuerpo, desde pequeña ya estaba con su espada de madera atacando a enemigos imaginarios, y demostró estar hecha para ello. No puedo olvidar el gran interés que prestaba cuando estaba enseñándola todo sobre la Luz,  lo cual le fue fácil de dominar, en esto sin ninguna duda había salido a Beatrice, algo que no dudaba en mostrárselo en cada una de sus visitas, esos eran los mejores días.

 Lo que era imposible de olvidar es el motivo por el que acabé en esa situación, retirado sin seguir ayudando a la orden. No había día y noche en el que no fuese acosado una y otra vez por esas voces y la visión de ese Dios Antiguo, el que tuviese esa visión es algo que me recarcomía día tras día, y si no fuese por Ireli habría acabado totalmente loco.

 Cierto día llegó una carta de Beatrice pidiéndome que llevase a Ireli a la Casa Doe en Forjaz, era el momento de que siguiese su propio momento, podíamos haber ido directamente con el tren subterráneo, pero prefería darla un mejor recuerdo del viaje. Me reí al ver la cara que puso cuando alzamos el vuelo sobre mi hipogrifo y lo fascinada que estaba al ver lo rápido que podía volar. Se nos hizo corto el viaje y el hipogrifo se había ganado un buen descanso aguantando el peso de los dos. Llegamos a la Casa Doe donde Cross nos recibió con un abrazo y algo para comer, charlamos durante aquel rato y habría estado encantado de quedarme más tiempo si no sintiese esa voz más fuerte que otras veces. Mantuve como pude la compostura, me despedí de Cross e Ireli y antes de marcharme le regalé a mi hija mi libro de oraciones para que la acompañase a todos los lugares.

 Cuando volví a la casa me sentía muy solo, demasiado silencio en comparación a todo este tiempo atrás. Subí al piso de arriba y abrí mi armario, donde ahí estaba desde que volví a la casa mi armadura. Pasé un largo rato mirándola mientras no paraba de pensar en cómo solucionar mi situación, seguía atormentado por aquella visión, manteniéndome  apartado de la orden, ¿Estarán todos bien? Y lo peor de todo, apartado de Beatrice e Ireli, pero no quería poner al resto en peligro por mi posible locura.

 Tras varios días recluido en la casa, abrí el baúl que tenía a los pies de la cama, llevaba mucho tiempo sin abrirse y estaba totalmente cubierto de polvo, le quité la capa de polvo con la mano y abrí el baúl, sacando de su interior mi mandoble. Lo giré varias veces entre mis manos, lo sentía más pesado que nunca, reparando en mi estado, no era más que un aprendiz cuando estaba en tan bajo estado de forma y empecé a reírme, ¿Cómo había dejado que acabase en tal estado?

 Con la armadura puesta y el mandoble agarrado con firmeza pasé casi dos meses entrenándome en la Abadía de Villanorte, recorriendo sus pasillos y bibliotecas, hablando con otros paladines sobre esas voces y de vez en cuando ayudando a entrenar a los aprendices. Según pasaban los días lo veía todo más claro, por mucho que me acosasen las voces de ese Dios Oscuro, por mucho que quisiese recordarme el momento de la visión en el que le vi, podía plantarle cara, seguramente moriría ante algo de tal calibre pero no evitaría que protegiese a todos mis seres queridos con mi vida si fuese necesario, ni evitaría que siguiese con la orden, pero… antes tenía algo de lo que asegurarme, y para ello debía de viajar al norte, a las Tierras de la Peste.

 Volví corriendo hasta mi casa, cogí todo lo imprescindible, vestí a mi caballo con la armadura de batalla y me di cuenta de algo, faltaba mi libro de oraciones, sacándome una sonrisa al recordar que ahora lo tenía mi hija y dándome más ánimos para de una vez por todas, enfrentarme a mis pesadillas.



Escrito por Marther Strang